Entendiendo que el Trabajo Decente, esto es el empleo productivo, libremente elegido, justamente retribuido y desarrollado en condiciones de seguridad, equidad y diálogo social es un objetivo primordial de los Estados, el cual debe ser logrado mediante políticas activas, las empresas, especialmente cuando desarrollen sus operaciones en países en vías de desarrollo, deberían esforzarse por mejorar las oportunidades y normas en materia de empleo, teniendo en cuenta las políticas y los objetivos de los gobiernos a este respecto, así como la seguridad del empleo y el desarrollo a largo plazo de las empresas.